miércoles, 26 de enero de 2011

Zombie #1

Un día con papá

Un día mi hijo me preguntó ¿Papá, puedo hablar? –Sí hijo, si puedes hablar
Luego insistió ¿Papá, puedo jugar? –Sí hijo, si puedes jugar
¿Papá, puedo cantar? –Si hijo, si puedes
¿Papá y si tengo tantas libertades, te puedo matar? –Si puedes. ¿Eso es lo que quieres hacer?
No papá, no quiero. –Entonces hijo, ¿por qué preguntas?
No te quiero ver más así papá. -¿Cómo así hijo?
No te quiero ver más como el hombre que mató a mamá. -Hijo, él mató a mamá porque era necesario.
Pero ese señor no eras tú. -Lo sé hijo, lo sé, pero si alguna vez te ataco como mamá atacó a ese señor...
Mamá te atacó papá. -¡Cállate! (Golpe)
Lo siento. -Escúchame bien, si algún día cambio y salto sobre ti no dudes en matarme, oíste.
Si papá, lo siento. -Está bien, ven, vamos a jugar.

Hace dos días con mi hijo discutimos, confundió las cosas, me disparo en el hombro y escapó, me quedé tendido en un árbol, sabía que en cualquier momento vendría un errante que intentaría devorarme así que resguardé lo más que pude mi exterior, no pude más, estaba herido y débil así que simplemente saqué la pistola y me puse a esperar. Para mi sorpresa cuando escuche los gritos característicos de un errante me di cuenta que era mi hijo, estaba vivo y venía con errantes encadenados, me dijo que los encontró, los quería curar para que el hombre que mató a su madre no hiciese lo mismo con ellos. Yo intenté abrazarlo pero estaba muy cansado, me desmayé y al despertar estaba en una cabaña, mi hijo encontró agua y los errantes estaban anclados en una esquina. Olvide por un momento que somos todos humanos y que mi hijo, como un buen chico, sólo siguió las ordenes.

No hay comentarios: